
La cita de ayer era sobresaliente, de las marcadas en el calendario desde meses antes... Brasil-Argentina. Ninguno de los dos equipos estaba en su mejor momento, ni era un encuentro definitivo, pero los duelos entre la verdeamarella y los sucesores de Maradona no entienden de enfrentamientos menores. Todo se vive al 200%. Santi sufrió durante los 90 minutos, y pese a la hora intempestiva del partido (comenzó a las 02:50 hora española) no dudó en gritar cada ocasión de su selección y de lamentarse por los fallos concedidos por la defensa dirigida desde el banquillo por Alfio Basile.
Lo que más le sorprende a este muchacho criado en las pistas de esquí de Bariloche es la poca pasión con la que se vive en España los encuentros de su selección: "Allá todos nos paramos por ver a la albiceleste, pero en España sos mucho más pausados y menos pasionales". Santi, a sus 34 años, ya es un aficionado más de España desde hace más de un lustro y se une a la legión de seguidores que confían en la victoria de los de Luis Aragonés en la Eurocopa de Austria y Suiza. Ojalá algún día aprendamos a ser todos uno cuando España se juega los cuartos en cualquier torneo.