lunes, 5 de mayo de 2008

La historia más linda del Hereford United

Este fin de semana ha sido noticia este modesto club que milita en la League Two. El sábado, mediante a su victoria a domicilio en el campo del Brentford por 0-3 aseguró su presencia en la League One del próximo curso. La escuadra del oeste de Inglaterra y muy cercana a Gales, solo está a 26 kilómetros, tiene una curiosa historia detrás. Coincidiendo con su ascenso a la League One, el año pasado se quedaron en el playoff de ascenso, queremos rescatar una de las historias más bellas acontecidas en el fútbol inglés. Como no, nuestra efeméride se dio en la FA Cup. El torneo más antiguo del balompié y que cuenta con infinidad de historias que se fraguaron en campos que no ven el sol y que sobreviven gracias al calor de su afición.

El 5 de febrero de 1972 se enfrentaban en el Edgar Street el Hereford United de Southern League (Quinta División) ante el todopoderoso Newcastle de la Premier League. La magnífica historia que ensalzó a este equipo amateur se produjo en la archifamosa Tercera Ronda de la FA Cup, aquella en la que entran en juego los equipos Premier y aportan un plus de energia para los de categoría inferior que tienen la posibilidad de ponerse frente a tantas estrellas. El Hereford tenía que viajar a St. James' Park en lo que parecía una empresa fácil para los urracas, pero que fue el primer paso para una de las historias más bellas del fútbol inglés. El partido fue pospuesto en dos ocasiones por la lluvia, pero finalmente pudo disputarse el 24 de enero de 1972.

El Newcastle, con seis internacionales en sus filas, no consiguió pasar del empate a dos final que daba la posibilidad al Hereford United de disputar el replay en el Edgar Street. A los 17 segundos de partido el Hereford tuvo una falta al borde del área del meta Willie McFaul que Brian Owen no dudó en tirar y puso el 0-1 en un St. James' Park que se quedó mudo nada más empezar. Comenzaba el sueño del Hereford, aunque los supporters de los urracas no tenían ninguna duda en que poco duraría la ventaja de los amateurs. Así fue, en 13 minutos el Newcastle remontó el partido gracias a los tantos de Malcolm MacDonald y John Tudor. MacDonald, conocido como Supermac, fue internacional inglés en 14 ocasiones haciendo seis tantos. Buena prueba del potencial del Newcastle en esta época. Pero Supermac (95 goles en 187 partidos con el Newcastle) y los suyos no pudieron evitar el empate del Hereford por parte del jugador-entrenador Colin Addison tras un disparo de más de 30 metros. El 2-2 campeó al final en el marcador y esto provocaba que se debía ir al replay en el Edgar Street. Como curiosidad decir que Addison entrenó en su etapa en España al Celta de Vigo (86-87), Atlético de Madrid (88-89), Cádiz (89-90) y Badajoz (95-96). Al término del encuentro de St. James' Park, el internacional MacDonald aseguró que no tendría problemas para marcar diez goles al Hereford en el replay y así batir el record vigente hasta ese momento de anotación en un encuentro.


El Edgar Street tuvo que ver como se posponía hasta en tres ocasiones la visita del Newcastle a Hereford, pero la hazaña de ver por televisión (emitido por la BBC) la primera victoria de un equipo amateur ante un equipo Premier no se iba a hacer esperar. El ambiente en Hereford era espectacular: el campo lleno y la gente se las arreglaba para subirse en los árboles y las torres de iluminación para poder sumarse a los 16.100 espectadores que abarrotaban el Edgar Street. El detestado Supermac era una amenaza constante para la defensa local, pero no cuajó su mejor partido y se chocaba una y otra vez con la defensa del Hereford y no podía batir al meta Fred Potter. Pero a falta de ocho minutos para el final del choque, MacDonald recibió un gran pase del mediocentro Viv Busby y mandó el esférico fuera del alcance del meta dejando al Edgar Street mudo.

Los 16.100 aficionados que llenaron el modesto estadio no quisieron despertar de su sueño y poco después tendrían su recompensa. Dos minutos antes del o-1, Addison (que jugó todo el partido) decidió hacer el único cambio permitido y sustituyó al defensa Roger Griffiths por el medio Ricky George (posterior héroe de Hereford). Pero antes, Ronnie Radford hizo el empate en el minuto 85 con un disparo de más de 30 metros que se coló por la escuadra derecha del Newcastle, con lo que forzaba la prórroga en un Edgar Street que era un delirio en favor de sus chicos que estaban poniendo en un aprieto enorme al Newcastle plagado de estrellas. Este gol ha sido considerado como uno de los más bonitos de la historia de la FA Cup, pero todavía quedaba la guinda del tanto de la victoria.


La mítica jugada de Ricky George (en la foto junto a Griffiths) se produjo en el minuto 103, a falta de dos para el descanso de la prórroga, cuando George recibió un pase de Dudley Tyler desde el perfil derecho. El descansado centrocampista controló de espaldas el balón, se dio la vuelta y con la amenaza de dos defensores cruzó el esférico desde fuera del área con un duro disparo al que el meta McFaul no pudo hacer nada y vio atónito como se colaba por la cepa del poste. En ese momento, todo el público invadió el campo, pero no fue hasta que el colegiado Dennis Turner decretó el pitido final cuando la invasión fue definitiva por parte de los 16.100 espectadores del Edgar Street.

La andadura del Hereford United sólo se prolongó una ronda más, cayendo ante el West Ham por 3-1 en el replay en Upton Park después de haber empatado en Hereford a cero contra el equipo Premier. Otra de las curiosidades de esta historia, además de que fue la primera victoria televisada de un amateur sobre una escuadra Premier, fue que en principio este choque no iba a ser emitido porque había dos duelos más interesantes de Cuarta Ronda: el Liverpool-Leeds y el Preston North End-Manchester United, mientras que el Hereford-Newcastle sólo iba a tener un breve resumen de las mejores jugadas. Por casualidades de la vida, el partido fue catalogado como Match of the Day y la victoria épica del Hereford fue votada como el mejor partido acontecido en la FA Cup en el siglo XX. Pero Ricky George, además de lograr este portentoso gol, también fue noticia en 1998 al ser el propietario de Earth Summit, el caballo que ganó el Grand National. Sin duda un tipo peculiar y con mucha suerte.

8 comentarios:

Quike Quílez. http://quikinho.wordpress.com dijo...

Muy bien Santi, una de esas historias que hacen grande a este deporte. Petón no te hace ni sombra.

Lurdes Muñoz dijo...

Me gusta mucho este Post Santi, aunque tal ves yo acortaría la extensión. Además creo que has usado las fotografías de manera adecuada.

Javi dijo...

Para otras historias 'petonianas' te propongo hacerlas por partes. Conseguirás que sea más cómodo de leer y enganchar a tu blog esperando la segunda parte.
Un saludo

J. Mercadal dijo...

Qué gran historia, si señor

Santy dijo...

Tendré en cuenta tu idea Javi. Para la próxima, si es larga, la haré en dos partes para hacerlas más cortas y, además, crear mayor incentidumbre...

Laura dijo...

Me parece que deberías haber hecho dos partes para que fuera más corto. Pero me gusta mucho las fotos que has usado.

Eva Navarro Pueyo dijo...

Estoy de acuerdo con Javi (Lión, aunque no ponga su apellido, es él) El post es muy interesante, pero se hace cansado de leer. Te iba a proponer que otra vez hicieras post más cortos, pero la idea de publicar por partes está mucho mejor. Así nos creas el hábito de visitarte. Un besito

Kitroff dijo...

Hola Santi, la historia está muy bien. En cuanto a la extensión, no dejes que nadie te diga que escribas menos, a mi todos me lo dicen. Escribe lo que quieras y con la extensión que quieras.

Un par de cosas: para hacerlo más ameno, podrías haber puesto links con información de la copa o las ligas. Incluso a biografías de jugadores.

Respecto a los jugadores, hay momentos en los que no dejas claro de que equipo es cada uno, revisa eso para otra vez y ponlo más claro.

Otra cosa, cuando cuentes una historia así, no chafes el final, porque mientras hablabas del partido de ida has nombrado que en el de vuelta ganó el Hereford. Mantén la tensión y no desveles el final.

Pero es solo un consejo, nada más.

Un saludo.